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Psicología juvenil
La paternidad/ maternidad es uno de los procesos vitales más complejos, enriquecedores e intensos, del cual, te mantienes ligado para siempre. En ocasiones, se hace necesario contar con la guía de un profesional que permita transitar ciertos momentos evolutivos.
La adolescencia es una etapa de grandes cambios, de adaptación y de búsqueda de la propia identidad, de desarrollar una mayor responsabilidad e independencia y de comenzar a tomar las propias decisiones y asumir sus consecuencias. Puede ser un momento vital de autodescubrimiento pero también de miedos e inseguridades. El adolescente centra sus esfuerzos en identificarse con sus iguales, en reafirmar sus deseos y encontrarle un sentido a lo que hace.
La adolescencia no solo es un proceso de cambio para el propio adolescente, sino también para el resto del núcleo familiar, quien debe aprender a adaptarse y gestionar diversas experiencias que, a veces, pueden ser especialmente complejas.
Afortunadamente, la salud mental ha cobrado fuerza en los últimos años, especialmente entre los más jóvenes, quienes hablan abiertamente de la terapia y de su importancia.
Iniciar un proceso terapéutico a una edad temprana no solo refleja beneficios en el momento presente, sino que le otorga de multitud de herramientas y estrategias que puede poner en práctica a lo largo de su vida.
Entre las demandas más comunes, podemos destacar: problemas en la comunicación familiar, mejora de la autoestima, desarrollo de habilidades sociales, trastornos de la conducta alimentaria, dismorfia corporal, acoso escolar y ciberbullying, problemas de apego y vínculo familiar, baja tolerancia a la frustración, alteraciones de conducta como gestión de la ira y agresividad, adicciones, ansiedad, depresión, dificultades de aprendizaje, TDAH, alteraciones del sueño, problemas de concentración, etc.
Si observas que es necesario un cambio y tu hijo/a necesita iniciar un espacio para hablar, expresarse y ser escuchado, estás en el lugar indicado.